MADRID.- Relajada, en en traje de baño, con una bata verde pistacho, la dama de hierro que gobierna los designios de los europeos se mostró así de natural durante sus vacaciones de Semana Santa en Italia, donde intenta pasar por una turista más. La canciller alemana, Angela Merkel, acompañada por su marido Joachim Sauer, se dio un baño en un balneario situado en la isla de Ischia, según destaca Elmundo.es.
El balneario está bautizado con el nombre de Afrodita, la diosa que nació de las aguas, también conocida con el nombre de Cipris, por tener culto en la isla de Chipre. Curiosamente, según cuenta la leyenda, la diosa del amor huyó a Chipre después de ser descubierta mientras se entregaba a la pasión con Ares cuando estaba casada con Efesto.
Sin embargo, lejos de las turbulencias provocadas por el rescate a Chipre, Merkel se relaja, ya sea dándose un baño en aguas termales o haciendo senderismo en la isla italiana, un destino que ya ha elegido en años anteriores. Allí lleva una vida apartada, acompañada de sus amigos. "Durante sus salidas en Ischia se mezcla con otros turistas, buscando pasar desapercibida, como demuestra su carácter de mujer reservada", explicó el alcalde de Ischia, Franco Regine.
Incluso, hace algunos años, durante las vacaciones de Pascua, Merkel llegó a participar en el tradicional rito del Calvario de Jesucristo como una fiel más.
"Algunos aseguran haberla visto entre los otros fieles. Participaba como una turista normal en la vida de la isla", subrayó el alcalde.
La llegada de Merkel se produjo el mismo día en que el presidente italiano, Giorgio Napolitano, inició una nueva ronda de consultas con las principales fuerzas parlamentarias, tras el fracaso del líder progresista Pierluigi Bersani de formar nuevo gobierno.
Merkel desembarcó en Ischia, frente a las costas de la sureña Nápoles, junto a su marido a media tarde procedente de Pozzuoli (Nápoles) y se dirigió a la localidad de Sant Angelo, donde se alojará unos días en medio de un gran dispositivo de seguridad. ELMUNDO.ES